elojeador

Poeamigos

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encerrados en el lecho sombrío
entraremos al fulgor desconocido. 

En la hora de la justicia divina
entregaremos nuestra blanca mano. 

Nuestras uñas y cabellos muertos
crecerán sobre la sordomuda piedra. 

En este instante infinito nuestro
amor vencerá a nuestra ambición. 

Entre algodón nuestros nocuerpos
absorberán la nomateria sagrada. 

En el sueño claro de la paz eterna
volveremos a la feliz infancia. 

Al arrabal alegre, sereno, hermoso
y musical de nuestra pequeña vida. 

Y giraremos en la rueda de oro
del eterno retorno gráciles como hilos.