14149

nadie supo, nadie sabrá, nadie.
Un disparolatigazo en mi sién
y luego una marea de calma. 

Como un río rayo tempetuoso
la sangre corrió por mis venas
hasta mi corazón bombabom. 

Sentí un golpe seco como un terremoto.
las hormigas también lo sintieron, las vi,
el ciempiés lo sintió, el alacrán lo sintió. 

No eran las cinco de la tarde
pero podrían haber sido.
Fue como un violín loco desbocado. 

La ciudad parecía plastilina
con todo su hormigón de miel,
los insectos corrían frenéticos. 

Una flecha cortó el tiempo.
Dejó de sonar el sonido y
el silencio fue el mundo.