elojeador

Poeamigos

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la ciudad sestea a estas horas,
ya se adivina por levante el calor.
El alquitrán derretido y ávido bajo
un cielo emplomado avisa chaparrón. 

Vivimos en un mundo muy líquido
entre mis dedos me hundo en su abismo,
por mis pies el resto del naufragio, no hay
ni un ala ni una nube para pedir auxilio. 

Está vacía la calle, absoluta y cierta.
a estas horas los esclavos duermen
y tienen libres sueños de calles solas
y no despiertan por miedo a la soledad. 

Pero siempre la música nos trae
el aceite de las sábanas de seda.
Tinta, pluma, papel, soga y cuchillo,
todo preparado para un buen suicidio.