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la mujer está perdida en su mirada
sobre un punto a la izquierda del pintor.
La mujer tiene bellísimos ojos azul mar,
de mar radiante de primeros de Agosto.
La mujer lleva traje gris, gris oscuro
de oscuros días de insomnio y puño apretado. 

tiene nariz griega decidida a todo.
La mujer esconde tantos misterios como
pelos hay en su cabeza o más, alguno más.
La mujer es aquella con la que soñé en mis
madrugadas, aquella que me dio de beber. 

La mujer es callada, es audaz, es tenaz,
su cerebro está fuera del cuadro, a años luz.
La mujer en su esencia nunca será atrapada por
el pincel, a pesar de ser un pincel maestro.
Porque la mujer vuelve a los fogones acabada
la sesión, vuelve a los asuntos tras el corazón.